Dirigía una escuela, pero tuvo que huir de su ciudad: "No estaba dispuesta a aceptar a los rusos, si no me iba, me mataban"

Dirigía una escuela, pero tuvo que huir de su ciudad: "No estaba dispuesta a aceptar a los rusos, si no me iba, me mataban"
Ludmila Gerasimenko temió ser encarcelada y torturada, y abandonó con su esposo Dniprorutne, una de las ciudades bajo dominio ruso.